Amigos, Crianza

«EL HADA DEL GIN TONIC»

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Tengo un hada que no es madrina, pero con su sonrisa puede cambiar tu destino. No tiene barita mágica, ni preciosas alas con las que poder volar, ni poderes de otros mundos mágicos…pero tiene el don de hacerte sonreír, tiene magia en su mirada, tiene amor para llenar el universo,  y si tienes la suerte de que se cruce en tu camino, cambiará tu vida para siempre. Creo que se escapó de los cientos de cuentos que me explicaban papá y mamá antes de irme a dormir,  y decidió estar cerca mío para allanarme un poquito el camino. Su nombre humano es Cris, pero yo la llamo: » El hada del gin tonic» .

«El hada del gin tonic» hace honor a su nombre, y  hace unos gin tonics con el  mismo amor y la misma sinceridad que con el que te da un consejo….Es luchadora, soñadora, valiente y cariñosa, y es ella la que se encarga de aparecer en el momento oportuno para construir un sólido puente  para que así puedas cruzar el rio más tortuoso y salvaje , o darte un empujoncito a la hora de enfrentarte a cualquier reto de la vida.

A «El hada del gin tonic»  la conocí hace ya más de tres años en una pizzeria, se sentó delante mío y ni siquiera supe que era un hada. Me explicó que en su interior, un pequeño  crecía y se movía sin parar. Con el tiempo el pequeño del hada nació y luego llegó una preciosa pequeña hadita. Pronto nos hicimos amigos de ella y su marido, e hicimos millones de tardes repletas de churros con chocolate y buenos momentos . Y entonces llegó la magia y el buen rollo, y empezaron a pasar cosas buenas cada vez que estábamos cerca suyo. Al principio no le di importancia, sin embargo un día comprobé en mi libreta «moleskine» roja, la lista de cosas buenas que nos habían pasado desde que habíamos conocido a el hada y que yo había apuntado, y eran demasiadas. Entonces lo vi claro, y supe que aquella chica que temblaba en los parques cada vez que su hijo se subía a los toboganes gigantes al igual que yo…era mi hada, y que tenía demasiada magia para ser una simple humana: «Reconócelo Cris, eres «El hada del gin tonic»…eres mi hada!!». Le insistía  siempre que podía, sin embargo ella me lo negaba con rotundidad entre churros, golosinas y sonrisas…y luego? Pues siempre se le escapaba una media sonrisa.

Se lo expliqué a Vanessa pero ella no me creía: «Carlos, no es una hada, es nuestra amiga Cris». Entonces pasaron los meses y con su manos, su coctelera ,y su corazón…creó este blog. Puso los ingredientes idóneos, los agitó bien y nació «Un papá como Darth Vader».

También fue capaz de hacer sonreír  a Martí el día su cumpleaños a pesar de la  fatídica tempesta, también cuando el laberinto en el que entré llegaba a sitios de pesadilla y me había perdido…ella me ayudó a salir sin apenas pestañear, y cada vez que un servidor se dormía en los laureles…aparecía «El hada del gin tonic» para despertarme y de paso…salvarme el culo.

Leí libros, miré por internet, visité librerías, tiendas de magia, esoterismo, estaba desesperado buscando una explicación a todo aquello. Todos me decían que estaba loco, que trajera pruebas que demostrasen que «El hada del gin tonic», existía realmente. Yo les respondía: «Es una mamá ejemplar, tiene un marido encantador, tiene dos hijos preciosos, hace unos gin tonics de ensueño y ella…lo juro, ella es una hada».

Y entonces una noche, una de aquellas en las que el sueño me perturba y no me puedo dormir, miré por la ventana y la vi, juro que la vi. Estaba volando con dos preciosas alas (uaaau, tenía halas!!!!!!), llevaba colgados a sus dos niños mediante dos fulares preciosos que brillaban en la oscuridad y me sonreía  todo el rato. Y entonces emocionado encendí la luz y desperté a mi mujer y a los críos…pero ya se había ido. Vanessa me dijo mientras miraba el reloj: «que ocurre? son las 4 de la mañana!» Y yo le respondí: «He visto a «El hada del gin tonic» , volaba con alas! con los niños en fulares brillantes! estaban allí en la ventana! de verdad Vane, creeme por favor!!». Y entonces Vane  se acercó a mi, me sonrió y me dijo: «disfruta de la canción!» y apagó la luz. Vanessa y los niños se durmieron como por arte magia, mientras  yo me quedaba allí sentado en la cama, alucinando con aquellas palabras, con lo que había pasado…y entonces…entonces lo entendí todo.

Cuando el Martí está viendo «La casa de Mickey Mouse» y empieza a acabarse el episodio…llega la «Mickey Danza» y entonces, empieza a quejarse y a decir: «Otro episodio, quiero otro!!». Y entonces mamá le dice exactamente eso: «Disfruta de la canción!».

Desde entonces he dejado de preguntarle a Cris cada día que la veo si es «El hada del gin tonic», también he dejado de mirar por internet o preguntarle a mi amigo Dani que me deje echar un vistazo a sus libros de hadas una vez más para ver si entiendo algo…voy a disfrutar de «El hada del gin tonic», voy a disfrutar de la canción.

Así que ya sabéis,  si algún día se cruza en vuestro camino una chica con una sonrisa difícil de pasar desapercibida llamada Cris y empezáis a notar coas raras en vuestro entorno para bien, no os asustéis, no llaméis a la «T.V», no la agobiéis con preguntas…disfrutar de ella y sentiros muy pero que muy afortunados, y sobretodo…cuidarla mucho, porqué si lo hacéis, tendréis una hada cerca vuestro, para el resto de vuestros días.

Cris

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