Crianza, Mis freakadas

CRIANZAS

Las crianzas son putas, muy putas. Lo siento, tengo que decirlo. Y que conste que este post iba a llamarse “putas crianzas”, pero se lo comenté a mi mujer Vanessa y me dijo que digo muchos tacos y razón no le falta. Pensé entonces que se llamara “Cabronas crianzas”, pero quedaba muy raro y seguían los tacos. Luego me dije: ¿Y “Malditas crianzas”?

Y entonces me di cuenta que las crianzas son demasiado maravillosas para ser acompañadas con una palabra malsonante en el título de un post. ¿Maravillosas crianzas? Sí claro, y el fondo con flores…

Dejémoslo en “Crianzas”.

Las crianzas son preciosas, duras, intensas, jodidas, como la “montaña rusa” del parque de atracciones de turno y a “lo grande”, siempre a “lo grande”, pero al igual que una de esas  hermosas ilustraciones de Marta Altés, las crianzas gozan de tonos y colores, muchos colores.

De crianzas hay infinitas y muy variopintas. Y claro que habrá unas cuantas más parecidas entre ellas y distanciadas de  otras, pero los detalles que acompañan a todas esas crianzas, tanto si van por unos caminos u otros, son los que las hacen a todas ellas únicas…maravillosamente únicas.

Las crianzas se esconden entre ellas, van cogidas de la mano,  se critican, se abrazan, se piden consejo, se detestan, se observan por una mirilla…se besan. Las crianzas a menudo se olvidan que “tan solo” han de ser crianzas que gocen del camino mientras aseguran en todo momento el bienestar, el respeto, empatía y el cariño  a nuestro hijo. (Para mí lo que se aleje de eso, no es una crianza).

Las crianzas son putas cuando hacen que las personas se enfaden, se critiquen, o se dejen de hablar. Cuando amigos dejan de ser amigos, familiares pasan a verse menos (o directamente no se ven) o conocidos dejan de verse para siempre. Y es entonces cuando esas crianzas llenas de amor se vuelven putas, muy putas. Y entonces nos falta tiempo para olvidarnos que esos niños que están en el vientre de la madre, gateando por la casa o saltando como locos en el parque como si no hubiese un mañana, tienen algo VITAL y ESENCIAL en común: Son niños criados por padres y madres que los adoran. Padres y madres que van en el mismo barco…

Todos vamos en el mismo barco, diferentes camarotes, pero el mismo barco.

Esta mañana he  visto a una mamá que no conocía personalmente hasta el día de hoy, y  con la que hace tiempo con ella y su marido pasaron cosas… Sí, crianzas que se vuelven putas. Durante 5 minutos he pensado en hacerme el loco y no saludarla por miedo o que se yo. En el minuto 6 no me ha dado la real gana de que ganasen otra vez las putas crianzas (Lo siento Vane me estoy cubriendo de gloria con  la palabrita).

Sus hijos son iguales que los míos, mis hijos son iguales que los suyos, nuestras crianzas son muy pero que muy parecidas (y si fueran como la noche y el día tampoco pasaría nada) y la vida son 4 días en los que 3 de ellos llueve a cántaros.

La he saludado, me ha saludado, le he sonreído y me ha sonreído. Sin duda alguna, ha sido de las mejores cosas que me han pasado en los últimos meses.

Me ha encantado el momento.

Crianzas que vuelven a ser crianzas gracias a las sonrisas.

Gracias por la sonrisa pues…y sobretodo,

Gracias por la crianza.

familia-porteo

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